¿Quién conquistó a quién? Raquel Arbaje narra su historia de amor con Luis Abinader
Luis Abinader y Raquel Arbaje. Foto/Fuente externa.
El amor es el sentimiento que llena de vida y color la humanidad, sin importar las jerarquías, el poder o las esferas políticas en las que se desempeñen las personas. Un ejemplo de esto son el presidente de la República, Luis Abinader, y la primera dama Raquel Arbaje.
Todo comenzó cuando Raquel tenía apenas 18 años. Fue en una fiesta de cumpleaños de su primo Ángel donde conoció al hoy presidente. Años después, esa conexión inicial se transformó en un matrimonio que ya suma tres décadas y del cual nacieron sus tres hijas: Graciela Lucía, Esther Patricia y Adriana Margarita.
Raquel Arbaje relató con ternura cómo inició su historia de amor con Luis Abinader durante una entrevista exclusiva en el programa televisivo Con Jatnna.
“Estoy en la fiesta de cumpleaños de un primo, entonces, yo recuerdo que a Mónica (su hermana) le cogía la ropa aún y sin estrenar. Yo recuerdo que dije: ‘Ángel tiene muchos amigos buenmozos, déjame yo cogerle esta ropa a Mónica que está muy chula’. Entonces voy a la casa de Ángel, mi prima Odette es mi contemporánea, y de repente estoy conversando… claro, Luis me llamó la atención, era flaco, largo”, recordó con simpatía.

“Yo sabía de él, él era amigo de mi hermano, pero no lo conocía”.
En medio de risas, también contó que se acercó a un grupo donde Luis hablaba de temas del país:
“Él estaba hablando con un primo como de temas del país, entonces yo me acerco, porque, señores, hay que ayudar también a los caballeros”. Luego, cuando ella se marchaba, el hoy mandatario preguntó a su primo Ángel: “¿Quién es esa?”
Con el paso del tiempo, esa chispa se convirtió en un lazo profundo.
“Eso es como un amor profundo. Hay mucha admiración. No es fácil ser esposa de ningún presidente”, confesó la primera dama, reconociendo que el día a día puede ser complejo por los múltiples compromisos de la vida política.
¿Una pareja de bailarines?
Raquel, con su característico sentido del humor, recordó también los inicios en la pista de baile:
“Cuando Luis y yo empezamos a mí me dolía el lado izquierdo, porque era un poco pesado. Lo bueno es que en la política él aprendió a bailar mejor, y ya también uno se acopla. Ya uno puede bailar más pegadito, es diferente y es lindo, aunque no hay mucha oportunidad de bailar por el trabajo”.
¿Imaginó ser la primera dama?

Aunque nadie podía imaginar que Raquel sería primera dama en dos periodos, ella sintió desde joven que Dios tenía un propósito especial en su vida:
“A los 14 años yo estaba con una de mis mejores amigas del colegio, que todavía somos bien amigas, y yo recuerdo que estaba en casa, y le dije: ‘Yo he recibido tanto de Dios, que yo entiendo que Él me va a pedir algo más’”.
Una admiradora de la política

Desde pequeña, Raquel estuvo cerca del mundo político y social dominicano, influenciada por su entorno y las figuras públicas de la época:
“Al vivir en Gazcue, en un patio que nos diferenciaba del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), escuchaba a Peña Gómez, rodeada de ese ambiente de lo que se mueve en el país, de ver en aquel entonces a (Joaquín) Balaguer, después, chiquita todavía a Guzmán, don Rafael. Yo veía a Freddy Beras Goico hablando bien de él, a veces haciendo chistes, y quién me iba a decir a mí que yo me iba a hacer novia de un hijo de Abinader, que yo también lo admiraba mucho”.
Por. Merilenny Mueses / HOY
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